kurimanzutto presenta su primera exposición con el artista polaco Wilhelm Sasnal y la primera exposición de pintura en la historia de la galería.
La obra “Sin título” de 2011 de Wilhelm Sasnal, expuesta en la Galería Nacional de Arte de Washington, muestra el conocido trabajo de James Rosenquist, “White Bread” (1964), desde la perspectiva del artista polaco. Cuatro rebanadas de pan ligeramente tostado y un cuchillo untando mantequilla; la imagen es uno de los muchos símbolos del pop art, de culto a la comida y el consumismo estadounidense pero, al mismo tiempo, es una pieza acerca de la pintura misma, pues presenta el gesto de aplicar pintura sobre una superficie. Con la imagen de fondo, el acto pictórico en la obra de Sasnal es también un objeto del consumismo.
Asimismo, encontramos una vez más el gesto del pop art en las pinturas dedicadas a Teresa Lewis, una mujer que el 23 de septiembre del 2010 fue ejecutada por medio de la inyección letal, en el Centro Correccional de Greensville en Virginia, Estados Unidos. Su última cena consistió en dos pechugas de pollo fritas, chicharos a la mantequilla, un refresco Dr. Pepper y como postre, un pastel de chocolate alemán.
En el otoño del 2002, Teresa Lewis convenció a sus dos jóvenes amantes de asesinar a su marido y a Charles, su hijastro. Charles Lewis, como veterano de la guerra en Irak, tenía un seguro de vida de 250,000 dólares; en el evento de que ambos hombres murieran, Teresa sería la principal beneficiaria. Cuando el caso salió a la luz, se supo que Lewis era la autora intelectual del crimen y fue sentenciada a muerte. Sin embargo, el veredicto fue controversial, entre otros factores debido a la baja capacidad mental de Teresa, quien poseía un IQ de 72. Varias instituciones y personas apelaron por ella, entre ellos Amnistía Internacional y el escritor John Grisham. Teresa Lewis fue la duodécima mujer sentenciada a muerte y ejecutada en los Estados Unidos desde 1976.
Los tres retratos de Teresa Lewis, basados en las fotografías que se encuentran en Internet, no corresponden con la imagen de un criminal de sangre fría. Dos de estos la muestran antes del crimen, como una mujer común y corriente con sobrepeso. En contraste el tercero –una impresión digital de un collage de colores saturados— muestra la imagen de Lewis con las mejillas hundidas, remitiendo a su última fotografía antes de morir.
El único que en la exposición le hace compañía a Lewis, es un empleado de una plataforma petrolera. La pintura fue hecha a partir de una foto que el artista encontró en el perfil de un amigo en un portal comunitario “Drilling Rig” (2010). El petróleo, indicador de la economía contemporánea, vuelve a aparecer en otros tres lienzos bajo el título de “Petroleum” (2010). Dos de estos muestran paisajes fantásticos que evocan asociaciones con los países petroleros de Medio Oriente: desiertos, dunas, manchas solares y manchas de petróleo. Asimismo, nos recuerdan el desastre ecológico del 2010 en el Golfo de México, causado por la explosión de la plataforma petrolera de la compañía BP Deepwater Horizon. En la tercer pintura de “Petroleum”, aparecen derrames petroleros coloridos, más al estilo del art informel.
Junto al petróleo, portador de energía y factor responsable del crecimiento económico, la selección de obras en la exposición también incluye otras constantes paradigmáticas sin las cuales sería muy difícil describir el mundo: un barco carguero chino “China Shipping” (2008), un contorno esquemático de los Estados Unidos “USA” (2010), pero también el estándar de “Kilogramo de Sèvres” (2006) además de una cruz (2010).