Petrit Halilaj desarrolla una ópera para su exposición en Hamburger Bahnhof en colaboración con la Filarmónica de Kosovo, la cual fue fundada tras el fin de la guerra de Kosovo en 2000. El punto de partida es el legendario yacimiento de Syrigana, un pueblo de tres mil años de antigüedad situado cerca de Runik, la ciudad natal de Halilaj. Desde 2016, está protegido como yacimiento arqueológico de la prehistoria, la Antigüedad tardía y la Edad Media. Los elementos de la ópera se reconfiguran dentro de una instalación específica para el lugar.
Además, la exposición cuenta con otras cinco instalaciones a gran escala extraídas de diferentes períodos de la obra del artista, lo que ofrece una visión de su práctica en su conjunto. Además de esculturas, instalaciones y vídeos, se exhiben nuevas obras específicas para el lugar. El núcleo de la exposición es la primera ópera del artista, que explora el potencial de los sueños colectivos para crear mundos emancipadores.