Naked Eye de Sarah Lucas es su primera gran muestra individual en la región nórdica. La exposición ofrece una visión completa de su carrera hasta la fecha, mostrando esculturas, fotografías e instalaciones de las últimas cuatro décadas, incluidas obras nuevas y recientes.
Lucas trabaja con materiales cotidianos "prefabricados" —muebles, comida, cigarrillos y pantimedias— y los reensambla en composiciones que evocan el cuerpo humano en toda su fragilidad, con deseo, humor y erotismo.
La práctica de Lucas aborda de forma crítica las suposiciones tácitas que rodean el género, la sexualidad y las dinámicas de poder. Su obra cuestiona las percepciones sociales del cuerpo, al tiempo que indaga en las representaciones tradicionales de la clase social y la compleja relación entre el arte y la jerarquía social. Lucas entrelaza estos temas de resonancia social con agudas observaciones cotidianas, a menudo expresadas con su característico ingenio y un uso lúdico del lenguaje.
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