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Carlos Amorales (Ciudad de México, 1970) presenta Words of Mouth and Hands (Palabras de boca y manos), su primera exposición individual en kurimanzutto, Nueva York. Para la quinta entrega de Desde el archivo, kurimanzutto recorre una selección de proyectos que Amorales ha llevado a cabo a lo largo de las dos últimas décadas y que desembocaron en su exposición actual. En 1992, cuando llegó a Ámsterdam  para estudiar en la Gerrit Rietveld Academie y en la Rijksakademie van Beeldende Kunsten con Joan Jonas, Amorales encontró en su experiencia como extranjero un estímulo que lo llevó a una constante búsqueda de intersticios. El artista cambió su apellido por el de Amorales y creó la identidad conceptual de una figura enmascarada inspirada en los luchadores mexicanos, con el fin de cuestionar ideas en torno a la identidad individual, a través de proyectos como Los Amorales (1996–2001).

La máscara, como un objeto que oculta y revela a la vez, se convirtió en una herramienta para emprender una exploración artística por espacios liminales, aquellos que no son una cosa ni la otra, sino un lugar intermedio. Estos proyectos incitaron un nuevo capítulo en el trabajo de Amorales, donde utiliza técnicas gráficas y tipográficas que funcionan a modo de enmascaramiento: sistemas de signos que se presentan como códigos ilegibles que ocultan significados literales, además de permitir una multiplicidad de interpretaciones. El trabajo de Amorales indaga en cómo las palabras y las imágenes configuran la manera en la que las personas traducen el mundo. Ya sea traduciendo una partitura musical, una novela, textos de sala o su propio estudio, la obra de Amorales examina cómo es que el significado deviene en la conversión de una cosa en otra. 

El estudio por la ventana, 2010

Para su primera exposición individual en kurimanzutto, El estudio por la ventana (2010), Amorales exhibió una escala 1:1 de su primer estudio en Ciudad de México. Establecido cinco años antes, en este estudio Amorales y su equipo creaban animaciones, instalaciones y diseños a partir de su Archivo Líquido (1999–2010). El archivo constaba de una colección de imágenes digitales originada en 1998, que el artista utilizó para crear un alfabeto figurativo y un lenguaje visual abstracto, compuesto de formas, líneas y nodos, en lugar de palabras. Los gráficos incluidos en el alfabeto se transformaron a lo largo de los años, pasando de formas identificables, como pájaros y aviones, a formas orgánicas que se asemejan a la caligrafía de Asia Oriental.

Para cerrar el Archivo Líquido como recurso artístico, Amorales y otros veinte artistas dibujaron sobre la reproducción arquitectónica en kurimanzutto, reconstruyendo fragmentos de información digital provenientes del archivo en el entorno físico. La experiencia ambulatoria de encontrarse con proyecciones de dibujos que definieron el espacio de colaboración durante tantos años, presentó al estudio del artista como otro material maleable para ser traducido. En El estudio por la ventana, Amorales abre su archivo a nuevos entendimientos e intervenciones, un aspecto que se verá reflejado en futuros proyectos.

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vista de instalación de El estudio por la ventana, kurimanzutto, Ciudad de México, 2010

Vagabond in France and Belgium, 2011

Vagabond in France and Belgium, 2011

Vagabond in France and Belgium, 2011

Un año después, Amorales participó en la exposición colectiva Distant Start/Estrella distante, organizada por kurimanzutto, Ciudad de México, y Regen Projects, Los Ángeles. Todas las obras expuestas estuvieron inspiradas en textos del chileno Roberto Bolaño (1953-2003), considerado el escritor latinoamericano más importante traducido al inglés en la década de los 2000. Amorales tomó como punto de partida el cuento de Bolaño titulado "Vagabundo en Francia y Bélgica" (2001). En la historia, el protagonista deambula por Francia y Bélgica, inmerso en la lectura de una revista francesa, a pesar de tener un dominio limitado del idioma. Amorales expuso seis serigrafías y un cuadernillo con una versión del texto de Bolaño traducido a su propio lenguaje gráfico, mas no semántico. Si bien la huella del lenguaje permanece, el orden lingüístico se ve encriptado.

Al transformar un libro en un objeto artístico y un texto legible en imágenes visuales indescifrables, la obra explora los puntos en común y las disparidades entre distintos sistemas de comunicación. Vagabond in France and Belgium da continuidad a la investigación del artista sobre la relación entre el arte y distintas prácticas culturales y marca su primer vínculo con la tipografía abstracta.

We’ll See How All Reverberates, 2012

Vista de instalación de The Factory, Stedelijk Museum Amsterdam, 2019

Vista de instalación de The Factory, Stedelijk Museum Amsterdam, 2019

Si en Vagabond in France and Belgium Amorales transforma un libro en un objeto de arte, en We’ll See How All Reverberates (Veremos cómo todo reverbera), una escultura se transforma en instrumento musical. La instalación, que Amorales desarrolló durante una residencia en el Atelier Calder de Saché (Francia), hace referencia directa al equilibrio y la cadencia de los célebres móviles del artista estadounidense Alexander Calder (1898-1976). En lugar de la suspensión de formas abstractas de madera en color, treinta y cinco platillos de cobre cuelgan de una masa de varillas curvadas. El móvil a gran escala provoca la observación y la participación, ya que se anima al público y a los músicos invitados a tocar los platillos con baquetas. Al reverberar el sonido de los platillos, las formas abstractas de Amorales se vuelven multisensoriales.

Documentación del performance Mobile, 2022, activación de We'll See How All Reverberates. Obra de Carlos Amorales, composición de Diego Espinosa, performers: Diego Espinosa, Katheryne Cruz, Ernesto Juárez, MUAC, Ciudad de México

 

Orellana's Fantasia, 2013

Notas de Orellana sobre una de sus primeras composiciones utilizando los ​útiles sonoros, Tzulumanachi​, 1978. Cortesía del estudio de Joaquín Orellana y Americas Society

Notas de Orellana sobre una de sus primeras composiciones utilizando los ​útiles sonoros, Tzulumanachi​, 1978. Cortesía del estudio de Joaquín Orellana y Americas Society

Amorales continuó su exploración entre escultura y sonido tras descubrir la obra instrumental del compositor guatemalteco Joaquín Orellana. Apasionado de la música electrónica, pero sin acceso a la tecnología necesaria para producirla en Guatemala, Orellana creó una serie de instrumentos analógicos a los que llamó útiles sonoros. Las piezas se inspiraban en xilófonos y marimbas y estaban diseñadas para imitar la música electrónica, siguiendo una partitura compuesta por símbolos inventados por el mismo Orellana.

Amorales y el músico mexicano Julián Lede le encargaron a Orellana crear su propia partitura para un segmento de Fantasía (1940), el clásico animado de Walt Disney, que fue la primera película proyectada con sonido envolvente a partir de múltiples grabaciones estéreofónicas. El cortometraje Orellana's Fantasia (La Fantasía de Orellana)(2013) resultó en una traducción de traducciones, la proyección de las sombras de Orellana interpretando la partitura con sus útiles sonoros presenta una nueva animación de la película.

Orellana's Fantasia, 2013

El Esplendor Geométrico, 2015

En 2015, Amorales presentó El Esplendor Geométrico, su segunda exposición individual en kurimanzutto, Ciudad de México. En ella se expuso una serie de doce collages a gran escala cuyas formas coloridas y geométricas estaban compuestas por 74 elementos de un nuevo alfabeto abstracto. Amorales utilizó este lenguaje como base para futuros proyectos, como la exposición colectiva Gravedad, celebrada al año siguiente en la Casa del Lago en la zona de Chapultepec en Ciudad de México. Toda la señalización con los nombres de artistas, títulos, descripciones de obras, patrocinadores e incluso la escritura en los botes de basura y los materiales en línea se tradujeron al lenguaje indescifrable: sus sistemas visuales abstractos eran ahora paralelos a los establecidos en otras obras expuestas. La ilegibilidad, aunque frustrante, incitó al público a considerar el peso que la información didáctica tiene en la comprensión del arte y a encontrar otros medios de interpretación.

Vista de instalación de Gravedad, Casa del Lago, Ciudad de México, 2016

Vista de instalación de Gravedad, Casa del Lago, Ciudad de México, 2016

Vista de instalación de Gravedad, Casa del Lago, Ciudad de México, 2016

Vista de instalación de Gravedad, Casa del Lago, Ciudad de México, 2016

Vista de instalación de Gravedad, Casa del Lago, Ciudad de México, 2016

Vista de instalación de Gravedad, Casa del Lago, Ciudad de México, 2016

Life in the Folds, 2017

Life in the Folds (La vida en los pliegues) se expuso por primera vez en el Pabellón de México durante la 57ª Bienal de Venecia. Notablemente, en 2003 Amorales participó en el Pabellón Holandés, el cual se centró en la identidad intercultural de Holanda desde la perspectiva de cinco artistas: dos nacidos en Holanda y tres que vivían temporalmente en el país. Siguiendo su predilección por los espacios intermedios, el título de la muestra retoma el del libro homónimo del escritor franco-belga Henri Michaux. Amorales describe Life in the Folds como aquello que "evoca una imagen que tiene que ver con estar entre las cosas: entre las páginas de un libro o un periódico, entre países y culturas, entre ideologías opuestas, entre uno mismo y el otro".

Documentación de Life in the folds, MUAC, Ciudad de México, 2017

The Cursed Village (still), 2017

The Cursed Village (still), 2017

Colgadas de las paredes había 92 composiciones xerográficas del lenguaje abstracto presentado por primera vez en El Esplendor Geométrico. Las formas de la tipografía se plasmaban tridimensionalmente en un millar de instrumentos de viento de cerámica, ocarinas, que se dispusieron en forma de poemas sobre las mesas. Citando la influencia de Orellana, los grabados se convirtieron en partituras musicales para las ocarinas, cuyas formas emiten sonidos únicos al ser tocadas. Al conectar imagen y música, Amorales pasa de lo tipográfico a lo fonético, animando al público a utilizar el sonido como respuesta a su incapacidad para leer la ilegible tipografía.

El cortometraje en blanco y negro The Cursed Village (La aldea maldita) integra estos componentes. Las figuras de cartón recortadas -que adoptan la forma del alfabeto abstracto y son controladas por un maestro titiritero- narran la historia de una familia de migrantes que es linchada al llegar a un pueblo. La película está musicalizada por el ensamble Liminar, que interpreta la narración a través del sonido de las ocarinas. En la obra, metáforas de la violencia se materializan a través de música y signos. "Una estrategia para preservar contenidos," afirma Amorales, "que serían silenciados si estuvieran en forma legible."

The Cursed Village, 2017

I Speak No Dutch, 2022

Documentación de I Speak No Dutch, 2022

Documentación de I Speak No Dutch, 2022

Para el performance I Speak No Dutch (No hablo holandés), Amorales colaboró con varios coros de la ciudad de Utrecht para transmitir su experiencia personal de ser extranjero en otro país. Con invitación de la Stichting Kunst in het Stationsgebied y comisionada por el Ayuntamiento de Utrecht, la obra se desarrolló a lo largo de cinco años, buscando crear una notación musical que uniera el alfabeto de Amorales y la voz humana para conectar disciplinas culturales y creativas a través de un lenguaje universal.

Representando el papel de artista visual como director, Amorales puso letra a cuatro canciones en colaboración con Julián Lede y el coro. Las partituras se manifestaron como una serie de dibujos a mano, que también se materializan en el libro actualmente expuesto en Words of Mouth and Hands. Los dibujos fueron realizados después de ver a la directora Wilma Ten Wolde dirigiendo el coro Nationaal Vrouwen Jeugdkoor en Utrecht. Amorales homologó el movimiento que hacían su cuerpo y manos con la acción de dibujar en el aire, fijando el contenido en lo gestual.

Durante tres performances en la Biblioteca Neude en octubre de 2022, Amorales dirigió al coro con la ayuda del percusionista y compositor mexicano Diego Espinosa a través de los dibujos y de sus propios gestos corporales y manuales. Inspirados unos en otros –los cantantes en los dibujos y Amorales en su perspicacia musical– un lenguaje da forma a otro para crear uno totalmente nuevo.

Documentación de I Speak No Dutch, 2022

Words of Mouth and Hands, 2023

En la exposición Words of Mouth and Hands, Amorales sigue la línea explorada en I Speak No Dutch para prescindir de los instrumentos y examinar al intérprete como único productor de sonido. Como parte de la video instalación de seis canales Fragmented States (2023), la compositora y música mexicana Sarmen Almond interpreta una composición a partir de una letra original de Amorales. Para complementar la etérea voz, Diego Espinosa interpreta una serie de sonidos rítmicos utilizando sus manos como baquetas y su cuerpo como instrumento de percusión. La voz y el cuerpo son la fuente de lo instrumental en Words of Mouth and Hands.

Fragmented States (Parts 2 and 3), 2023

Amorales trabajando en su estudio para Words of Mouth and Hands, Ciudad de México, 2023

Amorales trabajando en su estudio para Words of Mouth and Hands, Ciudad de México, 2023

La exposición narra la transformación del lenguaje escrito en música coral, y la consiguiente traducción de la música en tipografía gráfica. Una instalación de obras de papel de gran formato llena las paredes de la galería. En un dinámico intercambio de traducciones, manos, perfiles, colores, puntos y líneas chocan con voces y aplausos para proporcionar al artista una vía por la cual adentrarse en el lenguaje de los músicos y construir una armonía completa.

El lenguaje y la capacidad, o más bien la incapacidad, de comunicarse a través de sonidos, gestos y símbolos sigue siendo el núcleo de la práctica de Amorales. "Mis obras funcionan como una barrera a la legibilidad", afirma el artista, "una obstrucción, que a su vez permite revelar otro nivel de significado, ya que se insinúa un potencial comunicativo implícito". Cuando el acceso al lenguaje se ve obstruido, se pide al público que localice el significado mediante prácticas de traducción. La comunicación siempre es condicional, siempre está en los pliegues.